martes, 23 de diciembre de 2008

NAVIDADES CRÍTICAS

Bueno, bueno, bueno mañana ya es Noche Buena y ya es hora de que actualice el blog [y Thiago me ha pedido una entrada para antes de Navidad y no puedo defraudarle ;)]. Además, entre ayer y hoy, me han subido los ánimos un montón y, paradójicamente, ha sido gracias a ir a trabajar. Sí, como lo oís, por ir a trabajar. Y es que ayer me dijeron en la redacción que iban a pagarme más y hoy me han dicho que mañana y pasado tenemos libre (no quepo en mí de la alegría). Yo creo que los Reyes Magos han pasado ya por aquí.

También, hoy en la redacción, he visto un artículo que me ha dejado perplejo. El susodicho texto hablaba de que las fiestas de este año van a ser las primeras en mucho tiempo que van a coincidir con un periodo de crisis. De hecho, según el artículo, hay una generación entera que no ha experimentado una situación así en su vida. Como es normal, se contaba que la gente va recortar gastos y racionalizar su consumo para hacer frente a las vacas flacas. Sin embargo, en uno de los apoyos del texto ponía algo increíble: "Que los niños no noten la crisis en Navidad, es una de las actitudes de los consumidores".

¿Que los niños no noten la crisis?

Preparaos para lo peor. Huid de este país, si podéis. Si esa es la actitud de la mayoría de padres españoles, la hornada de niños que viene será una horda de tiranos. ¿Cómo que no noten la crisis? No puedo dejar de preguntarme, por qué remota razón no tienen que notar la crisis los niños. No hablo de que se queden sin comer para darse cuenta de lo que es, sino de que simplemente la vivan ¿Es que puede provocarles la muerte si lo hacen? Lejos de pasar desapercibida para ellos, tienen que sentirla, tienen que notar qué significa la palabra crisis, si no ¿cómo van a aprender a valorar las cosas? ¿Cómo van a actuar para evitar otra crisis futura si no aprenden lo que significa una crisis ahora? Por esa regla de tres, si los niños no tienen que percibir la realidad, deben vivir en una eterna felicidad ¿por qué no se les da una botella de whisky o un porrito para cuando les entre la llorera?

viernes, 5 de diciembre de 2008

PLUTÓN YA NO ES UN PLANETA

- Qué bonito es el universo.
- Sí, Plutón ya no es un planeta.
- ¿Qué?
- Que Plutón ya no es un planeta.
- Ya, te he oído, pero ¿qué tiene que ver eso con lo que te he dicho?
- ¿Cómo que qué tiene que ver? Tiene todo que ver.
- ¿Ah sí? Pues explícamelo porque debe ser que se me ha ido la olla mirando las estrellas.
- Vamos a ver, Plutón era un planeta hasta 2006, ¿no?
- Sí.
- Y dejó de serlo, ¿por qué?
- Pues porque es muy pequeño para ser considerado planeta. En serio, no veo qué tiene que ver todo esto...
- ¡Shhhh! Vale, ¿y quién decidió que ya no era un planeta?
- Pueeees... un científico, digo astrónomo, supongo, ¿no?
- No, me refiero más en general.
- Ah... pues, ¿el hombre?
- Exacto, ahí lo tienes.
- Perdona, no lo pillo...
- A ver, ¿nunca te has preguntado por qué tiene que ser el hombre el que decida eso?
- ¿Estás de coña no? Si el hombre es el que estudia el universo, el hombre es el que decide lo que es y lo que deja de ser.
- Muy bien, poco a poco lo pillas.
- No.
- Sí... ¿crees que el hombre decide lo que el universo es y deja de ser sólo porque somos los que lo estudiamos o hay otra razón?
- Eeeehhh... Bueno, también porque nos creemos un poquito el centro de todo.
- Aha, muy bien, sin embargo, cuando miras las estrellas ¿qué sientes o qué te imaginas?
- Bueno, intento imaginar las distancias enormes que nos separan de ellas o me imagino fuera de la Tierra flotando por el espacio. Supongo que lo que siento es que soy insignificante para el universo.
- Exacto. Cuando vemos las estrellas sabemos la verdad: que somos una mota de polvo en un desierto. Y el hecho de que Plutón dejase de ser un planeta me recuerda que, aunque por ello nos creamos el centro de todo, cada vez que alcemos la cabeza al cielo, volveremos a ser conscientes de lo superfluo de nuestra existencia para el vasto espacio. Por eso, el universo es bonito.
- Llevas razón. Plutón ya no es un planeta.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

NAVIDAD SOBREEXPUESTA

♫ Ohhhh.. blanca navidaaaad ♪♫

Pues sí, la navidad es blanca, pero no porque nieve, sino por todas las lucecitas que hacen de la noche el día. Por lo menos, esa es la experiencia que tengo en Madrid. Los pequeños luceritos colgantes se reproducen de un año para otro. Desconozco el proceso exacto, pero los efectos son reales. Y claro, ya sabemos que todo lo que implica reproducción en este país genera polémica.

No han tardado en hacerse oir las voces del discurso ecologista. Incluso medios de comunicación supuestamente objetivos han denunciado la ingente cantidad de luces navideñas que se cuelgan en Madrid. Y, la verdad, llevan toda la razón cuando dicen que es un derroche de energía. Sin embargo, no estoy de acuerdo con que sea un derroche de energía innecesario. ¿Por qué? Porque todas las lucecitas nuevas que ponen diseñadas por "nosequién" atraen turismo a Madrid, lo que amortigua un poco la crisis. Además ¡bien bonitas que quedan!. Eso sí, entiendo que ayuntamientos de los alrededores de la capital o ciudades más pequeñas decidan no colgar tantas luces de navidad, porque, en esos casos, sí creo que es un derroche de energía gratuito.

Por eso, ya que en la realidad hay que tener cuidado con el medio ambiente y no pasarse con el uso de la energía, hay que aprovechar que, en el mundo virtual, la decoración navideña no consume energía. Así que os invito a que carguéis bien de lucecitas navideñas vuestros blogs.

Por último, no puedo terminar este post sin contar que los reyes magos ya han pasado por mi blog y me han traído un regalito que me ha hecho mucha ilusión: ¡un premio! Bueno, en realidad me lo ha traído un rey mago en concreto, María Marín, que me ha galardonado con el premio "Dardos" (¡¡¡muchas gracias Marta!!!). Es mi primer premio, así que si alguien me puede explicar como va la cosa lo agradecería (ahora tengo que entregárselo yo a otras personas no?).