lunes, 8 de septiembre de 2008

URDIENDO UN PLAN

El mundo está enfermo. Sufre de apocalipsis crónico. Ha habido veces que ha sufrido de su variante aguda (en la antigüedad, cuando había un eclipse o se llegaba a una fecha determinada, se pensaba que era el fin del mundo, pero al día siguiente todo volvía a la normalidad). Ahora, en cambio, es constante. Los síntomas más destacados son ansiedad colectiva, miedo omnipresente y pánico social. El causante es el actual escenario mediático, quien inocula la enfermedad a la sociedad a través de los ojos y los oídos (casi no hay escapatoria). Cada vez que hay un huracán, una crisis o un avión que se estrella, los medios no paran de repetirlo hasta que se aseguran de que todo ser vivivente ha sido infectado por la paranoya apocalíptica. Es difícil detectar sus verdaderas intenciones infecciosas, porque se escudan en que deben tratar esos sucesos en suficiente profundidad para defender el derecho a la información, pero lo que no explican es que sólo cuentan lo que a ellos les interesa, es decir lo que atrae a la presa fácil para poder introducir el veneno en ella.
Sin embargo, no caigamos en el misma trampa. Existe solución al problema. Creo que no se puede expresar de manera muy general, por lo que yo voy a explicar lo que voy a hacer yo para no padecer el apocalipsis crónico. Voy a juntarme con unos amigos y voy a grabar un corto. No voy a obsesionarme con todo lo malo que ocurre a nuestro alrededor sino que voy a ser feliz, haciendo lo que me gusta. Espero que el corto nos salga bien, que lo vea mucha gente y que sólo sea uno de muchos. Y espero, que cuando vuelva a contactar con la realidad que construyen los medios, sea una realidad mucho más bonita.

1 comentario:

hm dijo...

Lo mejor para combatir la intoxicación mediática... cabeza... hay tantas cosas que se derrumban con una pensada.